|
Un bus con "locals" y turistas recorre imprudentemente las peligrosas rutas del nordeste brasilero, hasta que pasa algo lo habitual en los países del tercer mundo: se descompone.
Los mochileros -dos hermanos y una amiga- americanos deciden caminar y encuentran una playa paradisíaca y con mucha onda. Se hacen amigos de mas turistas, bailan, toman y es todo risas hasta que, como suele pasar en los países del tercer mundo, todo se desbarranca: primero, el amor no es tal a menos que pagues. Pero eso no es todo, cuando se despiertan de esa noche agitada, se dan cuenta que les robaron todo: ropa, mochilas, dinero, tarjetas de crédito, joyas. Están con lo puesto en un -ahora- terrorífico país del tercer mundo.
Recurren a la policía que lógicamente es corrupta y no los ayuda. Tampoco nadie en el pueblo de chozas, típico de un país bananero.
Pero Kiko, a quien conocieron la noche anterior, decide ayudarlos Llevándolos a la casa del tío en el medio de la selva. Y así, semidesnudos -que como todos los turistas occidentales son muy bonitos- comienzan el recorrido y llegan a "la casa del tío". Que, como es de esperar en una película de terror, no está muy interesado en ayudarlos. Tío tiene otros planes para nuestros amigos turistas -o al menos para algunas "partes internas" de ellos- y las cosas se ponen feas.
Cuando es estrenó esta película en Brasil hubo muchas quejas e intento de boicot. Claramente, está basada en los estereotipos y lugares comunes. La típica visión simplista de los países del tercer mundo, donde todo sale mal, hay corrupción y complots contra los pobres, odiados por todos e indefensos turistas.
Los mochileros -dos hermanos y una amiga- americanos deciden caminar y encuentran una playa paradisíaca y con mucha onda. Se hacen amigos de mas turistas, bailan, toman y es todo risas hasta que, como suele pasar en los países del tercer mundo, todo se desbarranca: primero, el amor no es tal a menos que pagues. Pero eso no es todo, cuando se despiertan de esa noche agitada, se dan cuenta que les robaron todo: ropa, mochilas, dinero, tarjetas de crédito, joyas. Están con lo puesto en un -ahora- terrorífico país del tercer mundo.
Recurren a la policía que lógicamente es corrupta y no los ayuda. Tampoco nadie en el pueblo de chozas, típico de un país bananero.
Pero Kiko, a quien conocieron la noche anterior, decide ayudarlos Llevándolos a la casa del tío en el medio de la selva. Y así, semidesnudos -que como todos los turistas occidentales son muy bonitos- comienzan el recorrido y llegan a "la casa del tío". Que, como es de esperar en una película de terror, no está muy interesado en ayudarlos. Tío tiene otros planes para nuestros amigos turistas -o al menos para algunas "partes internas" de ellos- y las cosas se ponen feas.
Cuando es estrenó esta película en Brasil hubo muchas quejas e intento de boicot. Claramente, está basada en los estereotipos y lugares comunes. La típica visión simplista de los países del tercer mundo, donde todo sale mal, hay corrupción y complots contra los pobres, odiados por todos e indefensos turistas.
No es una gran película, pero es interesante ver estos estereotipos y tomarlos con humor.
Ficha técnica
Director: John Stockwell
País: Estados Unidos
Con: Josh Duhamel, Melissa George, Olivia Wilde
Género: Terror
Año: 2006
Duración: 93 minutos
Trailer
Yo vi la peli e inmediatamente taché a Brasil de mi lista de destinos posibles..
Jaja, bueno no, en serio, punto en contra para los yanquis que subliminalmente (y muy sutilmente) introducen estas ideas en nuestros pequeños cerebros.
Y aquí da para abrir una gran reflexión de la importancia de las películas en la creación de imágenes mentales, sobre miles de cosas que damos por ciertas y seguras, sólo por haberlas visto en un par de fotogramas, o bueno, en un par de bits, o...
Y aquí se abre otro graaan debate del rol del cineasta, su conciencia y posibles consecuencias... que no vamos a profundizar a estas horas.
Saludos!